Luego de una dura batalla, salimos juntos del estadio, ella recargada sobre mi hombro, su rostro bañado en lágrimas.
-Tranquila –intente animarle- Lo hiciste bien -ella se seco las lagrimas con la manga de su suéter.
La acompañé a su casa el por el camino de siempre. Al llegar me despedí de ella de ella y no pude evitar el impulso de darle un beso en la mejilla.
-Oujiro-kun -Me habló en una forma muy tierna- Gracias
-De nada Misaki-chan.
Al otro día salí de mi casa algo apresurado, mi despertador no sonó pues por accidente se desconecto anoche.
Llegue al parque y salude a Misaki cortésmente.
-Buenos días. Perdón por llegar tarde – Me disculpo bajando la cabeza.
-No hay problema –Contesto la chica con una leve sonrisa y empezamos a caminar.
Compramos varias cosas mientras dábamos el paseo. Después de un rato nos detuvimos a sentarnos.
-Misaki, -hable yo primero- ¿Ya tienes planeado como lograras vencer de nuevo a Kokomi-san? –pregunte buscando tema de conversación.
-Pues… - Contestó algo tímida – Aún no – Dijo bajando la cabeza algo deprimida y luego agregó Pero ya se me ocurrirá algo -sonrió levemente y me agarro de la mano levantándola, cuando menos me di cuenta ella estaba acariciándola.
-Mi…Misaki…Chan…- tartamudee sonrojándome un poco.
-¿Si?- Me pregunto ella mirándome fijamente lo cual me hizo quedarme callado, las palabras no salían por las buenas así que termine gritando.
-¡¡¡Te quiero mucho!!! –Dije sin dejar su mano caer y espere su respuesta, ella estaba sorprendida
-S…Sí –tartamudeo un poco
-Pues…Te… ¿Te gustaría salir conmigo? –dije rezando a todos los dioses porque me ayudaran ahora, su silencio se prolongo, quizás fue porque tenia su mano sostenida con la mía pero sentí como su pulso se aceleraba rápidamente, finalmente escuche que abrió su boca y una sola palabra salio de sus labios.
-Si.